Dada la actual coyuntura económica, ¿que papel pueden jugar la telemedicina y las TICs en la reordenación del sistema sanitario?
Transferir tareas sanitarias al paciente. Hoy en día existen dispositivos de toma de constantes y de adquisición de señales biomédicas diseñados para usuario final, avalados por las Sociedades científicas. En el seguimiento de crónicos hay que reforzar el papel del ciudadano con el objetivo de hacerlo mas independiente de los servicios sanitarios y permitirle ser mas libre al mismo tiempo que transferimos competencias y costes (es una buena alternativa al sistema de “copago” sin costes administrativos).
Balancear cargas de trabajo entre profesionales. La planificación de recursos en atención primaria exige mantener profesionales sanitarios en asentamientos con escasa población conviviendo con profesionales sobresaturados de cargas de trabajo en el entorno urbano.
Las nuevas tecnologías nos permiten “enlatar” información e imágenes que podemos trasladar para su interpretación e informado a los profesionales del mundo rural con escasa demanda. De esta manera conseguimos conjugar rentabilidad de los puestos de trabajo rurales asegurando el mantenimiento de los pequeños y dispersos asentamientos del mundo rural. Estaríamos hablando por ejemplo de los screenings de retinopatía diabética, en los que un profesional de atención primaria despista la sospecha de patología y en los que es posible separar la adquisición de imágenes y su informado.
Moderar la frecuentación al sistema sanitario. La telemonitorización de pacientes crónicos a domicilio permitirá cambiar la “demanda arbitraria de los pacientes” por la “demanda objetiva”.
Entiendo que el mejor ticket moderador de la demanda es la frecuentación por necesidad objetiva.
En la actualidad un paciente crónico acude a un servicio sanitario porque padece una sintomatología concreta. Esta puede ser casual y esporádica o expresar una exacerbación de su patología.
Por otro lado el seguimiento se hace por una indicación “a ciegas”, en la que se pautan citas según un protocolo.
Con la telemonitorización el paciente acude a la consulta con una prueba objetiva, en la que alguna de sus constantes está alterada o marca una tendencia a la descompensación. De esta manera además de moderar la demanda actuamos muchas veces antes de que aparezca la sintomatología: diagnóstico precoz, suponiendo claros beneficios para el paciente, ahorro de sufrimiento, medicina menos agresiva, mejor calidad de vida en definitiva y por otro lado conseguimos programar las urgencias.
Cuando el paciente se ha descompensado muchas veces demanda atención urgente mientras que con un diagnóstico precoz será atendido de forma programada. Conseguimos de esta manera el efecto conocido como “programación de la urgencia”.
En Atención especializada los primeros efectos de la telemedicina podrían dirigirse a contrarrestar el efecto de unas políticas expansivas de planificación que han intentado reproducir los modelos de atención primaria. La siembra y dispersión de profesionales de atención especializada se han visto favorecidas por los años de bonanza económica unida a las interferencias de las administraciones locales como consecuencia de la descentralización del Sistema nacional de Salud.
La administración regional es más accesible a las autoridades locales que la estatal. De esta manera han evolucionado hospitales comarcales de primeros cuidados a hospitales generales, atomizando los servicios especializados y obligándoles a estos a ofrecer servicios generales que se traducen en un producto de bajo valor para atención especializada. Los entornos colaborativos que nos permiten hoy en día las TIC´s podrían neutralizar este efecto, congregando de forma virtual a diferentes especialistas para crear unidades especializadas que pudieran agruparse en servicios y estos a su vez en hospitales monográficos, siempre con carácter virtual.
Estas soluciones tecnológicas también podrían permitir la asociación y colaboración de servicios regionales de salud de cara a optimizar recursos atendiendo a la economía de escalas.
¿Cuál es el estado actual de la e-health en España? ¿Qué futuro le augura? ¿Qué escenario de la tecnología de los cuidados imagina? ¿Cuáles son sus principales recursos y aliados? ¿De qué prestaciones concretas y avances estamos hablando? ¿Qué áreas sanitarias son o podría ser las más beneficiadas?
España evoluciona a un ritmo similar al de la vanguardia europea. No podemos hablar de retrasos gracias a disponer de un terreno abonado, un SNS.
Pero desgraciadamente, tenemos muchas iniciativas aisladas y pocas generalizadas incorporadas en los planes corporativos de nuestras organizaciones sanitarias. Esto es debido a la conjunción de múltiples causas, entre las que destacaría:
- Las políticas sanitarias. Fundamentalmente motivada por la funcionarialización de los profesionales sanitarios de las distintas categorías y la separación de las líneas asistenciales. Este estatus entorpece la transferencia de competencias, entre los distintos profesionales de la cadena asistencial y los diferentes tipos de asistencia. Es necesario este cambio de roles de los profesionales para optimizar recursos conforme los ciudadanos van asumiendo un papel mas activo en el mantenimiento de su salud.
- Falta de programas de capacitación que permitan romper las inercias laborales y faciliten esta asunción de los nuevos roles.
El futuro es prometedor. La situación económica actual debe acelerar la incorporación de las TIC´s al trabajo diario de los profesionales de la salud. Los mejores aliados de la e-health son la propia sostenibilidad de los sistemas sanitarios y la necesidad de mantener los altos niveles de calidad del producto de sanitario actual.
Solo tenemos que acercarnos a las nuevas generaciones para aproximarnos a la dependencia tecnológica. La primera revolución está a punto de llegar facilitando la accesibilidad a los recursos sanitarios que tendremos que compensar con el empowerment del ciudadano, la frecuentación objetiva, la colaboración de herramientas expertas para la ayuda a la decisión y los entornos colaborativos virtuales.
Con posterioridad llegará la segunda revolución, expresión del desarrollo masivo e introducción de la inteligencia artificial y la robótica.
Revisión de los planes formativos de las Universidades y Escuelas para incorporar conocimiento relativo a las TIC´s con el objetivo de adiestrar adecuadamente a los nuevos profesionales sanitarios.
La e-health no cambia la esencia del acto médico aunque impregna la totalidad del mismo. Hay que incorporar las tecnologías maduras a los procesos sanitarios existentes, hacer reingeniería de procesos y aprovechar las posibilidades de las TIC´s para diseñar nuevas prestaciones.
La aplacabilidad se extiende a todos los ámbitos de la medicina, la preventiva, curativa y rehabilitadora. Aunque en el contexto actual el mayor margen de mejora lo encontramos en atención especializada gracias a:
- La incorporación de canales de comunicación que facilitan la coordinación con Atención Primaria permitiendo la transferencia del producto de bajo valor especializado.
- El acercamiento de un ciudadano empoderado
- Y la creación de unidades multidisciplinares monográficas virtuales.
- Innovar pasa, por supuesto, por crear nuevas tecnologías pero también por implantarlas efectivamente, lo que exigirá, sin duda, un esfuerzo tanto por parte del profesional sanitario, que tendrá que acostumbrarse al uso de estas nuevas herramientas de trabajo, como por parte del paciente que tendrá que “domesticar” estos nuevos dispositivos puestos a su disposición. ¿Quién lo tiene más difícil? ¿Qué puede hacerse para allanar el camino hacia la habituación? ¿Se nos olvida la metodología?
La innovación en el sector sanitario pasa por incorporar tecnologías maduras al trabajo diario de los profesionales y ciudadanos.
Es aquí donde encontramos un largo camino lleno de oportunidades.
La innovación sanitaria nace siempre de la complicidad del profesional emprendedor, profesional muy motivado que actúa como pieza imprescindible del cambio. El emprendedor disfruta domesticando tecnología. Este es el origen de las innumerables iniciativas aisladas que encontramos en la actualidad.
Para que estas soluciones acaben implantándose de forma masiva es necesaria la existencia de unidades de innovación que por un lado garanticen la alineación de las iniciativas con las estrategias y prioridades de las organizaciones y por otro dispongan de la capacidad de liderazgo suficiente para gestionar el cambio en el resto de la organización.
Es muy difícil que sin una estructura de innovación puedan extenderse las soluciones innovadoras una vez validadas.
En mi experiencia la clave radica en las unidades de innovación, como valedoras de la metodología que conjuga alianzas estratégicas, validación de servicios, despliegue masivo y obtención de conocimiento que podremos transformar en riqueza gracias a la creación de tejido económico.
En la sesión de apertura del foro, Ricardo Oliván definió el Hospital de Barbastro como la punta de lanza de la telemedicina en España, ¿qué ha hecho para merecer el título? ¿Qué avances lo avalan como tal? ¿Cuáles son sus principales ejes estratégicos a medio y largo plazo?
El área sanitaria de Barbastro empezó a trabajar el proceso de telemedicina con posterioridad a la asunción de competencias en materia sanitaria por parte de Aragón.
Dadas sus características geográficas y demográficas identificó la telemedicina como una necesidad estratégica. A partir de ese momento, se definen unos hitos que permiten segmentar el proceso y se asume una metodología de trabajo que nos lleva a firmar alianzas estratégicas para aprovechar el conocimiento existente y compartir experiencias con otras organizaciones que persiguen objetivos similares a los nuestros.
Las iniciativas son evaluadas desde el punto de vista clínico, económico, calidad de vida, satisfacción de usuarios e impacto social como paso previo al despliegue de las soluciones.
En esta pequeña etapa hemos desarrollado una quincena de proyectos entre nacionales y europeos. Comenzamos desarrollado servicios básicos de telemedicina, como la teleconsulta virtual, teleconsejo asíncrono que tenemos desplegados en varias especialidades dentro de nuestro sector.
Siempre se ha tenido en cuenta la perspectiva regional de tal manera que una vez identificados los requerimientos tecnológicos de los servicios básicos de telemedicina se han integrado en la plataforma tecnológica del entorno regional, entrando a formar parte del plan de sistemas de información corporativo.
De esta manera varios servicios básicos como la teledematología, el teleictus y el screening de retinopatía diabética han transcendido el ámbito del sector sanitario de Barbastro y están en producción en otros sectores del Servicio aragonés de la Salud.
Nuestro interés por estar a la vanguardia en la implantación y diseño de nuevos servicios de telemedicina nos ha llevado ha evaluar servicios mas complejos como es el caso de la telemonitorización de paciente crónico a domicilio. Campo en el que tenemos varios proyectos para comprobar el comportamiento de la telemonitorización en diferentes escenarios y en pacientes con características distintas.
En el proyecto Dreaming (CIP del VII PM) seguimos desde hace dos años a 40 ancianos frágiles autónomos telemonitorizados en su domicilio.
Se trata de un ensayo clínico aleatorizado multicéntrico con pilotos en Suecia, Dinamarca, Alemania, Estonia, Italia y España representada por Barbastro. En mayo cerramos el proyecto y presentaremos los resultados definitivos de la evaluación. Resultados que podemos adelantar que serán extremadamente alentadores a la vista de las evaluaciones semestrales.
En el Proyecto Pites buscamos la colaboración del voluntariado social para desplegar la telemonitorización en el paciente crónico dependiente.
En el proyecto CSVI intentamos incorporar la potencialidad de la TDT interactiva para acercar información al paciente y fortalecer su papel activo en el seguimiento de su enfermedad.
La evaluación de servicios de telemonitorización nos ha permitido superar las fronteras nacionales y colaborar con las máximas expertos a nivel europeo.
En el próximo ejercicio, para seguir avanzando en el proceso de telemedicina la evaluación de la telemonitorización domiciliara de pacientes crónicos pasará el testigo a la validación de nuevos servicios de tercera generación gracias a:
- El proyecto europeo SUSTAINS cuyo objetivo busca reforzar el empowerment de los ciudadanos, posibilitándoles un papel mas activo en materia de salud
- El proyecto nacional “Hospitales del mundo” para la configuración de una nueva estructura en atención especializada que permita entornos colaborativos a nivel de unidades, servicios y hospitales monográficos virtuales.
Nuestro bagaje nos está permitiendo ver las necesidades del mañana. Hecho especialmente interesante porque supone el punto de inflexión en el que una unidad de innovación es capaz de exportar ideas, haciéndose atractiva para las empresas, pudiendo generar tejido económico satélite.
Entendemos que esta es la trastienda de la nueva economía en la sociedad del conocimiento. Por estas razones pensamos en la creación de un centro de competencia en Telemedicina que nos permitiera por un lado mantenernos a la vanguardia en el diseño e implementación de servicios de telemedicina y por otro transformar nuestro conocimiento y experiencia en tejido económico capaz de generar riqueza.
En definitiva ¿Qué tenemos en nuestro haber? Hemos abordado de una forma seria y estructurada metodológicamente la innovación en telemedicina y así estamos aportando soluciones a nuestro entorno local, regional, nacional y europeo.
También hemos demostrado en los últimos años que en la nueva economía el modelo de servicios propios de nuevas tecnologías con competencias en innovación tecnológica, si están bien gestionados, están destinados a jugar un papel clave en la sostenibilidad de las organizaciones sanitarias y en la creación de tejido económico.
Para la innovación es necesario que seamos propietarios del “poso” del conocimiento. Y también estamos convencidos de que sin innovación no habrá posibilidades de supervivencia.
En nuestro modelo hemos trabajamos con el objetivo de que nuestra empresa nos considere una inversión y desde que empezamos a trabajar en innovación hemos conseguido aportar a nuestra organización mas recursos económicos que los que ha tenido que aportar.
¿Qué es el paciente empoderado? (Autonomía paciente vs extensión rol del profesional)
Podemos considerarlo como una situación ideal que conjuga el binomio libertad para el ciudadano entendida como independencia y sostenibilidad del sistema, ya que representa la fórmula de copago en “especies” mas limpia (sin costes administrativos asociados) y mejor aceptada.
En nuestra experiencia tanto en servicios básicos como en servicios más exigentes (telemonitorización) ningún paciente ha rechazado su participación por razones de “respeto a la tecnología”. Se puede avalar con datos procedentes de una evaluación rigurosa y metodológicamente correcta.
¿Se habla poco de telemedicina en Europa? Desde el año 2000 hemos recorrido un largo trecho, ¿qué queda por delante?
Europa ha invertido muchos recursos en telemedicina y no ha recogido los frutos esperados.
Para avanzar en e-health o en telemedicina a velocidad de crucero hay que desarrollar la sociedad del conocimiento y hay que transformar las organizaciones sanitarias.
Las barreras no las encontramos en ningún caso en las tecnologías de la información y de la comunicación.
En el Foro de Barbastro hemos intentado generar el debate necesario para neutralizar los aspectos que frenan o impiden el desarrollo masivo de la telemedicina.
Según nuestro criterio las cuatro claves se corresponden con cuatro mesas del IX Foro:
- Ciudadanos: capacitación y participación.
- Profesionales: capacitación y nuevos roles.
- Políticas: Estrategias en telemedicina de las comunidades autónomas.
- Sociedad del conocimiento: Innovación y economía